La pequeña dosis.

A sus 12 años tuvo que someterse debido a pequeños problemas con sus sistema nervioso a ciertas dosis de somniferos, relajantes musculares, etc.
Cuando ya tenía 20 años no las necesitaba para su salud, comenzó a hacerce una rutina el tomarse un cuarto de una tableta a su boca antes de ir a dormir.
Pasó así el tiempo y cuando cumplió 34 años se dió cuenta que sólo podía cerrar sus ojos y descansar bajo la influencia del alcohol o de estas pastillas, era desesperante cuando no tenía a su alcance una mínima dosis.
Acudía entonces a unos tragos.
Comenzó a dormir mal, en la semana aveces no bebía, no tenía sus pastillas y entonces fue cuando pasaron dos días en que no pudo cerrar un ojo.
Le contó de esto a su amigo, su mejor amigo, él le aconsejó que dejara de depender de farmacos, que no la llevarían a nada, si quería unas noches tranquilas debería aprender a vivir sin estos.
Pero al parecer fue demasiado tarde, cuando se acercaban las once de la noche daba vueltas la casa en busca de una de esas tiras con terminación en " pán ", lloraba, lloraba al darse cuenta que con el paso del tiempo una pequeña dosis de había convertido en una adicción y algo aún peor, es una forma de vivir.
No podía conseguir recetas, de hecho su cuerpo se había acostumbrado tanto a este medicamento que dos miligramos no le hacían nada, cada vez fue aumentando su " pequeña dosis " hasta el punto de no saber cuantas se echaba a la boca.
Paranoica y desquiciada salió una noche de lluvia, que se confundían con sus lagrimas, a robar a una farmacia.
Las cámaras la delataron, cayó en prisión y fue ahí el peor de los calvarios.
Enloqueció, pasaban semanas y ella no podía conciliar el sueño, alucinaba, olvidaba las cosas, confundía los días, no recordaba caras. Transtornó.
La ingresaron en un hospital siquiatrico, en el cual permaneció seis días, al séptimo día pudo al fin su cuerpo y mente descansar.
Desde aquel día sólo su mejor amigo acude a su tumba a visitarla, llorarla, él cayó en una depresión, no podía asimilar el haber perdido a su amiga.
Le recetaron una cierta dosis de diazepam, que con el paso de los meses fue aumentanto, ya sabrán lo que vino después.