El tiempo pasa mucho más rápido cuando estás entretenido, se nos olvida la hora, y cuando observamos el reloj por segunda vez lo notas.
Han sido días de cambios bruscos, me doy cuenta que puedo pasar de reir a llorar con una facilidad casi increíble, sí, lo hago, disfruto mi felicidad como si fuera la única y saboreo mis derrotas y tristezas como si la alegría no llegara más, teniendo en cuenta de que quizás cierre mis ojos y al otro día vuelva a reir, sólo que esta vez... reir de lo absurdo lo que me mantuvo mal anteriormente.
Hoy conversaba con un amigo en la tarde y la verdad es que ambos preferimos no esperar nada de la gente, porque es mejor sorprenderse que decepcionarse, pero así también yo no quiero que la gente espere nada de mi, aunque suene egoista, pero es la verdad, cuando yo hago las cosas es porque realmente me nacen, y si no me nacen no hago nada, así de simple, aunque esto pueda hacer daño a otras personas y sin la intención de respaldar este pensamiento debo añadir que yo también he salido lastimada en muchas ocasiones.
Aunque es cierto esto de que si te hieren tú no tienes por qué herir. Estoy en total acuerdo. Creo que en la vida todo se devuelve y cuando tú haces daño a la gente, tarde o temprano alguien te dañará a ti, además, no hay que hacer lo que note gustaría que te hicieran.
Por eso trato de ir por la vida tranquila, intento, de verdad intento no dañar a la gente, menos a esas que me quieren, pero aveces es algo que se te arranca de las manos y " sin querer " las hiero, las pierdo y no sé... quizás luego me arrepiento, de poco sirve.
Recorriendo y conociendo, a la vez de a poco van conociendo cosas de mi, y yo creo que siempre he ido por mi camino tratando de hacer las cosas bien, pero aveces me encuentro con caminos que no estan pavimentados con buenas intenciones, peligro.
Lo que hoy siembras, mañana cosecharás.
Mira, ya se me hizo tarde, chao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario